7 Colores Reserva, mezclas de cepas clásicas y patrimoniales

Proveniente del valle del Maule, esta línea de Viña 7 Colores es conocida por sus mezclas innovadoras y únicas. Su carácter bi-varietal se refiere a que combina cepas que comúnmente no se mezclan, conformando una propuesta complemente diferente en el tradicional mundo del vino.

 

 

Desde su lanzamiento, 7 Colores ha destacado por su inusual propuesta: ser una viña con una creatividad sin límites ni paradigmas, que rompe con los códigos de la competencia, además de desobedecer las normas, característica que revela su esencia innovadora e irreverente.

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Lejos de la formalidad con la que muchas veces se asocia el mundo del vino, esta viña ya se ha hecho de un importante nombre dentro del rubro, gracias a sus mezclas únicas e innovadoras, que dan como resultados vinos de gran balance, redondos y muy atractivos.

Entre los ensamblajes más aclamados está la línea Reserva, en donde todos sus vinos mezclan cepas clásicas con cepas patrimoniales, las que normalmente no van juntas, pero que, sin embargo, terminan siendo una propuesta atractiva, novedosa y diferente.

Entre sus variedades están, Cabernet Sauvignon/País, en el que ambas cepas provienen del valle del Maule y están en sintonía con el terroir donde se producen. Se trata de un vino de buena estructura, de cuerpo medio y con una agradable persistencia. Tiene notas a frutos negros, como maqui y arándano, además de notas dulces a vainilla y tabaco fresco. En esta mezcla, la cepa País aporta la nota rústica al ensamblaje.

El Carmenère/Cinsault, por su parte, es un vino suave, especiado y frutoso. Tiene notas a moras y cerezas, además de hierbas frescas. En boca es de cuerpo medio, con sabores a berries rojas como la frambuesa, la cual se destaca gracias al Cinsault.

El Merlot/Malbec, es un vino de color rojo violeta, que tiene notas a frutos negros como moras y arándanos. En boca es frutal, jugoso, de taninos firmes, con un cuerpo medio, fresca acidez y buena persistencia. En este blend, la cepa Malbec le entrega notas florales a la mezcla.

En cuanto a las variedades blancas, encontramos al Sauvignon Blanc /Torontel, en donde la segunda cepa es la encargada de aumentar la amplitud aromática del Sauvignon Blanc para que así sea más frutal y floral. Se trata de un vino fresco, de tensa acidez con un cuerpo equilibrado y un largo final en boca.

Por último, el Chardonnay /Semillón es un blend de carácter cítrico, con notas frutales que recuerdan a peras, manzanas verdes y piña fresca. Es un vino equilibrado, fresco, de cuerpo medio y buena persistencia. En esta mezcla, la cepa Semillón es la encargada de aportar notas florales.